Alerta mundial: la inactividad física costará 27.000 millones al año si no se toman medidas urgentes

A menos que tomen medidas, los gobiernos se enfrentan a una avalancha de enfermedades del corazón, obesidad y diabetes, entre otras dolencias asociadas al sedentarismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que serán 500 millones de nuevos diagnósticos los que tengan como causa directa la falta de actividad física, y que el gasto sanitario que van a generar será de 27.000 millones de dólares al año.

Son los datos del informe mundial sobre actividad física, que acaba de publicar la organización en la revista científica The Lancet. El documento incluye medidas que los gobiernos pueden tomar para hacer que sus respectivas poblaciones se muevan más, adaptadas a cada grupo de edad y de acuerdo con las condiciones físicas de los individuos.

Para elaborar el informe, los expertos de la OMS han recopilado datos de 194 países. En sus resultados aprecian que hay una tendencia general a empeorar en este apartado. Las medidas que se están tomando son insuficientes y “deben acelerarse”, dicen los autores, a riesgo de que los sistemas sanitarios “que ya están sobrecargados” acaben viéndose superados por el problema.

Menos de la mitad de los países analizados tienen políticas nacionales en materia de actividad física. Entre los que sí las tienen, solo el 40% las han puesto en marcha en la práctica. Solamente el 30% de los países han elaborado guías para orientar la actividad física a diferentes grupos de edad. Aunque casi todos los países dicen tener un sistema para evaluar el grado de actividad física de sus ciudadanos adultos, en la población adolescente esos sistemas de control no llegan al 75%. Si se trata de niños de cinco años o menos, los sistemas de vigilancia no llegan al 30%.

En áreas en las que los países dicen estar fomentando el transporte activo y saludable, solo el 40% de ellos cumplen los estándares de diseño urbanístico que faciliten la seguridad de peatones y ciclistas.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha señalado que hace falta que se unan más países a las políticas que promueven que sus ciudadanos caminen o vayan en bicicleta, practiquen deportes u otras formas de actividad física. “Los beneficios son enormes, no solo desde el punto de vista de la salud física y mental, sino para toda la sociedad, el medio ambiente y la economía”, ha declarado.

Aunque cada vez están más extendidos los planes nacionales con políticas para prevenir las enfermedades no transmisibles, en la actualidad solamente el 28% de las estrategias cuentan con fondos asignados y se han puesto en marcha.

Las campañas de información a la población para prevenir estas dolencias, consideradas una herramienta muy útil, solo se han puesto en marcha en la mitad de los territorios estudiados (al menos en todo el ámbito nacional) en los últimos dos años. No es solamente que la pandemia de covid haya dejado en suspenso muchas de estas iniciativas, sino que ha afectado a otros proyectos de salud pública “que han permitido que aumenten las diferencias en cuanto a acceso y oportunidades para que sus ciudadanos se mantengan activos”, reza el documento.

El plan de acción de la OMS para promover la actividad, conocido por el acrónimo GAPPA y aprobado en 2018, incluye 20 recomendaciones, empezando por el diseño de carriles seguros para apoyar los sistemas de transporte activos, la puesta en marcha de programas y facilidades para realizar ejercicio en escuelas, guarderías y lugares de trabajo. “Aún queda mucho por hacer para facilitar infraestructuras y educación sobre el ejercicio”, lamentan los autores.

Fiona Bull, responsable de la unidad de la OMS para la actividad física, ha explicado que es importante que los países documenten el grado de actividad de los ciudadanos: “Es un círculo vicioso, sin datos sobre ejercicio, no se invierte ni se diseñan políticas para mejorar la situación”.